Cada domingo el populoso barrio entre las estaciónes de metro La Latina, Lavapies y Puerta de Toledo está todavía más dinámico que normalmente. Es que el Rastro, un mercado al aire libre de objetos de segunda mano atrae los madrilenos para mirar, callejear y comprar.A mi el Rastro se presentó variopinto. En las calles estrechas y plazas menores hubo casi incontable muchos puestos, compactos a poco espacio.La mercaderia que se vendieron varió del lugar. Había calles en que se vendieron solamente cosas del mismo tipo, por ejemplo libros, antigüedades o ropa. Pero no hubo sólo cosas de segunda mano sino tambien productos nuevos. En particular había aun sitios donde la mayoria de la mercancía era trasto del Lejano Oriente. Un lugar muy interesante fue el plaza "Campillo del Mundo Nuevo", donde había muchos ninos con sus padres que se encontraban para intercambiar o comprar cartas coleccionables, especialmente las del futbol. A veces los padres me parecieron mas afficionados que los ninos.La calle mas frecuentida estuvo la Ribera de Curtidores, una rambla escarpada que sigue del centro al sur hasta la Ronda de Toledo. Aqui la gente mas o menos aprietó a su mismo en la calle. Apenas es de extranar, que en el Rastro en muchos cosas se birlan el monedero o algo similar a la gente. Por eso un tanto mas atención que normalmente está razonable.El Rastro finalizó a las 3 de la tarde y solo 2 horas despues la limpieza ha removido los ultimos restos y el residuo de todos los 3500 puestos. La tranquilidad del domingo estuvo restablecido.